Inteligencia emocional

Durante este mes de Febrero vamos a hablaros de una serie de temas que giran alrededor de las emociones en la infancia y la adolescencia. Las emociones son un factor que muchas veces pasa inadvertido en la educación de los niños, tanto en casa como en la escuela, debido entre otros factores, a la “academización” del proceso educativo, donde todo parece reducirse a sacar buenas notas en la escuela. En realidad hay mucho más detrás de todo esto, ya que las emociones son un factor clave que influye decisivamente en todas las demás facetas de la vida de un niño. Por eso conviene resaltar la enorme relevancia que la educación emocional tiene para un desarrollo apropiado. Antes de hablar de la importancia de educar la inteligencia emocional en nuestros hijos, vamos a definir  a grandes rasgos qué significa ser emocionalmente inteligente:

  1. Somos capaces de reconocer nuestras emociones, hablar sobre ellas, y saber que podemos hacer para manejarlas.
  2. Reconocemos las emociones de los demás, sabiendo empatizar con el otro, es decir, identificar sus emociones y comprenderlas, según el contexto o situación en que aparecen.
  3. Disponemos de las habilidades sociales suficientes para poner en marcha acciones que nos permitan establecer relaciones sociales positivas con las personas que nos rodean.

Según Daniel Goleman, psicólogo especialista en inteligencia emocional, ésta se define como: “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y manejar de forma correcta las emociones en nosotros mismos y en nuestras relaciones. La inteligencia emocional engloba capacidades como la expresión de emociones, la autonomía o la forma en que afrontamos situaciones difíciles”.

¿Por qué es importante para nuestros hijos que les eduquemos en la inteligencia emocional?

Sabemos que, aunque muchas veces no seamos conscientes de ello, toda nuestra conducta está motivada por las emociones. La emoción es el elemento más básico en la persona, hasta los recién nacidos sienten emociones, y si bien la capacidad para razonas se desarrolla con la edad y las experiencias que vamos adquiriendo con nuestro desarrollo, las emociones son algo que nos acompañan desde el primer día de nuestra vida. Además de las propias, en nuestro día a día, interactuamos continuamente con otras personas (iguales, más pequeños,  mayores, jefes, profesores, etc.), que juegan diferentes roles en nuestra vida pero también tienen sus emociones, y debemos saber reconocerlas y respetarlas.

¿Cuándo se empieza a desarrollar la inteligencia emocional?

Precisamente por lo innato de las emociones, porque están desde el primer momento de vida, es importante empezar a educarlas, a entenderlas, a respetarlas, a leerlas y a sentirlas también desde bien pequeños. Sólo así podemos asegurar que nuestro hijo crecerá tranquilo y con recursos emocionales, para hacer frente a las muchas situaciones a las que tendrá que enfrentarse en su infancia, a afrontarlas sintiéndose  bien consigo mismo, poniendo así las bases para construir una futura vida adultaplena y feliz. Si queréis saber más sobre las emociones y conocer recursos que os pueden ayudar en la educación emocional de vuestros hijos, estad bien atentos a nuestro blog, ya que durante este mes vamos a hablar mucho sobre el tema. ¡Muchas gracias!