Consultorio: La Tristeza

La tristeza es una de las emociones básicas, que nos acompañará a lo largo de toda nuestra vida en ciertos momentos y situaciones. Es una de las emociones que más preocupa y duele a los padres, ya que en ningún momento queremos ver sufrir a nuestros hijos y haríamos cualquier cosa por aliviar su dolor. Debemos recordar, no obstante, que es una emoción necesaria y que de los recursos con los que dotemos a nuestros hijos, y de cómo vivan sus primeras experiencias aprenderán cómo gestionarla de la mejor manera posible en el futuro. A continuación pasamos a responder las dudas y preguntas que nos habéis hecho llegar la semana pasada a través de nuestro Facebook, respecto a esta emoción. ¿Cómo podemos distinguir la tristeza de otras emociones, como el enfado, la frustración o la rabia? Detrás de cada conducta de nuestro hijo hay una emoción, y es importante observar cada situación y que hace él o ella para identificar qué está sintiendo, poder ayudarle a llevarlo de la mejor manera posible, y a que entienda y sepa poner nombre a lo que está experimentando. Cuando estamos tristes lloramos, queremos estar solos, necesitamos más amor y mimos, por ejemplo. Cuando están enfadados, sin embargo, patalean, gritan e incluso pueden golpear. ¿Qué se entiende como tristeza en un niño y qué no? La tristeza en un niño es exactamente la misma que para un adulto. Estar triste es una emoción básica, natural, necesaria y que aparece frente a pérdidas, decepciones, soledad, entre otras. ¿Cómo podemos los adultos explicarles la diferencia entre la tristeza y otras emociones? Tenemos muchas maneras de ayudarles en la identificación de sus emociones:

  • Ser ejemplo para ellos: Hablar de cómo nos sentimos y por qué. “Hoy estoy triste porque tuve que comer solo/a”, “Estoy enfadada porque perdí el autobús esta mañana”.
  • Háblale de la tristeza como algo natural, como cualquier otra emoción. Explícale que es temporal, que se le pasará, y que es normal estar triste. Naturalizar la emoción, aunque ésta sea negativa, les ayudará a entenderla y a expresarla. Frases como “no llores, no pasa nada” harán que nuestros hijos acaben por no expresar lo que sienten.
  • Enséñale cómo se siente cuando está triste, como si fuera un juego, gesticulando o imitando las caras triste o llorando, y cómo nos sentimos físicamente ante esta emoción, por ejemplo, como si nos pesara todo el cuerpo y camináramos muy cansados.
  • Es importante que le digamos con palabras cómo se siente en ese momento para ayudarle a identificar sus emociones: “Sé que estás triste porqué mamá se ha tenido que ir a trabajar”.

Como padres, ¿De qué manera podemos afrontar y acompañar la tristeza en un niño? ¿Le acompañamos y comprendemos, o bien es mejor intentar que se distraiga cuanto antes para que deje de sentir tristeza? Lo que más va a ayudar a nuestro hij@ es que aceptemos su emoción, le escuchemos, le entendamos y le hagamos saber lo importante que es para nosotros que él se sienta así, acompañándole con amor y atención. Aunque la situación que ha podido desencadenar su emoción para nosotros no tenga mucha importancia, en su mundo infantil sí la tiene, y debemos respetarla para que él se sienta seguro, protegido y entendido. Podemos proponerle actividades donde pueda expresar esa emoción abiertamente, como puede ser dibujar, cantar o bailar lento. Y sobre todo preguntarle qué le apetece hacer y qué no, y respetarlo. Si es capaz de expresar con palabras por qué se siente así, escúchale y hazle saber que le entiendes. Déjale llorar si así lo siente, para ellos es una manera de liberar la emoción y e intentar manejar lo que están sintiendo. Acompáñale mientras lo hace, pero sin decirle frases que repriman esa conducta de llorar, como “no llores más” o “ya está…”. Hasta aquí nuestro consultorio de la Tristeza. El jueves de la semana que viene, el siguiente Consultorio MiM, donde os propondremos otro tema a través de nuestra página de Facebook, para que nos hagáis llegar vuestras dudas y preguntas. ¿Nos vemos allí?