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Lo bonito (y difícil) de ser padres

Seguro que recordáis a la perfección el día que os enterasteis que ibais a ser padres. También el día del nacimiento de vuestro (o vuestros) hijo/s, del  inolvidable momento en que mirasteis a la cara al bebé que llevabais tanto tiempo esperando. Y seguro que después de la ternura infinita de ese momento, y de la locura de los días posteriores también recordáis el MIEDO absoluto de vuestro nuevo rol: ser padres.  

¿Y ahora qué? ¿Hay un libro de instrucciones? ¿A quién tengo que hacer caso: a mi madre, a mi suegra, a mis amigas, a mi tía, a mi hermana,  a los cientos de libros que he leído durante estos 9 meses o a los blogs y consejos que he encontrado por internet en el intento de resolver todas las dudas del embarazo?

Pues lo siento mami. Lo siento papi. Os lo pondré fácil: sólo debéis haceros caso a VOSOTROS mismos. ¿Y por qué? Porque nadie más que vosotros ama a su hijo por encima de todas las cosas, porque nadie más que vosotros desea la felicidad, tranquilidad y bienestar de vuestro hijo, porque nadie más que vosotros daría todo lo que tiene por una sonrisa suya, y porque nadie más que vosotros sois su madre y su padre. 

Es normal escuchar cientos de recomendaciones los días previos y los días posteriores, preguntar a las personas cercanas que ya han vivido su experiencia y acudir a profesionales de la infancia y la salud para resolver las dudas que tengáis como padres y que puedan ofreceros recomendaciones sobre la crianza. Todo esto es completamente normal, e incluso aconsejable, pero una vez tengáis toda la información, moveos por la intuición. 

Hay personas que piensan que los bebes deben dormir con sus padres hasta los tres años, y otras que recomiendan que duerman en su habitación para que no se acostumbren. Hay personas que cuando inician la alimentación complementaria usan el método BLW (Baby led-weaning)  y otros que usan la manera tradicional de introducción de alimentos. Hay personas que piensan que el mejor colegio para sus hijos es uno que sea privado, mientras que otras creen que es más aconsejable que sea público. Y así se pueden poner infinitos ejemplos.

Escoged la opción, en cualquiera de los retos y ámbitos de la educación y acompañamiento de vuestros hijos, que os haga sentir bien. Bien significa tranquilos, cómodos y felices. Una decisión en equipo. Esa es la respuesta a vuestras preguntas, porque al hacerlo “bien” (el bien para vosotros) proyectaréis seguridad. Esa proyección de emociones es lo que “leen” vuestros hijos de vosotros, y lo que genera un hogar lleno de bienestar, amor y felicidad.

SÓLO TÚ ERES LA MEJOR MADRE PARA TUS HIJOS.

SÓLO TÚ ERES EL MEJOR PADRE PARA TU HIJOS.

No lo olvidéis nunca.