LA IMPORTANCIA DEL VÍNCULO TERAPÉUTICO

Cuando conocemos a un niño, niña, adolescente o familia en ESPAI MIM, somos muy conscientes que lo primero que hay que establecer, antes incluso que los objetivos terapéuticos, es el vínculo con ellos.

Entendemos el vínculo terapéutico como la relación de confianza y seguridad que se establece entre el niño, niña,  madre y/o padre con el profesional que les acompaña en las dificultades que les ha motivado a visitarnos y consultar con nosotras.

En ESPAI MIM sabemos de la gran importancia que tiene establecer desde el primer momento este vínculo ya que consideramos que de ello depende en gran parte el éxito de la terapia, la tranquilidad de las familias, y la seguridad de que obtenemos la mayor información para tomar buenas decisiones terapéuticas.

Por eso, durante las primeras sesiones con los niños y adolescentes, respetamos el ritmo del mismo, teniendo en cuenta que cada persona es única y que sus necesidades también lo son. Nos encontramos con niños que necesitan mostrar rápidamente como se sienten mientras que otros al principio pueden parecer más distantes y herméticos.

Durante estas sesiones realizamos actividades más lúdicas y prácticas, evitando las preguntas directas o el indagar sobre el tema por el que consulta la familia. De esta forma, conseguimos que se relajen, se sientan a gusto con nosotras, comprueben que les escuchamos y respetamos, se adapten al ambiente, a los juegos, dinámicas y también, cómo no, al/la terapeuta.

Uno de los aspectos que consideramos muy importante durante la primera sesión es dedicar los primeros minutos a presentarnos, como profesionales y como personas, explicar quién es y qué hace un psicólogo, un logopeda, un terapeuta ocupacional, etc. y preguntar al niño o adolescente en qué cree él o ella (tenga la edad que tenga) que podemos ayudarle. En la mayoría de las ocasiones, el venir al centro es  una decisión de los padres, y por eso creemos que es importante implicarles en el proceso desde el primer día que llegan a ESPAI MIM.

Muchas veces las preocupaciones, miedos, pensamientos o emociones que sienten los niños o adolescentes son diferentes por los que consultan los padres, pero resultan igual de importantes para nosotras, así que los acogemos y acompañamos para conseguir aquello que los menores nos han manifestado. De este modo, perciben que pueden confiar en nosotras, que nos tomamos en serio lo que nos confían y que estamos dispuestas a proporcionarles todos los recursos que podamos para que consigan sentirse mejor y ser más felices.

Consolidar el vínculo es nuestra idea prioritaria cuando damos la bienvenida a cualquier niño, niña, adolescente y familia que viene al centro. Aunque quizá haya familias que piensen que estas sesiones no son terapéuticas, os aseguramos que son las más importantes de todo el proceso. Sin estas sesiones, sin consolidar este vínculo, es muy difícil hablar de emociones, sentimientos, dolor y preocupaciones, hacer frente a las dificultades juntos o expresarnos sin temor a ser juzgados.

El vínculo que conseguimos empezar a crear en las primeras sesiones determinará el camino a seguir y el pronóstico del caso en concreto.