Conocemos a Carmen, psicóloga de ESPAI MIM
Carmen se incorporó a ESPAI MIM en marzo de 2018. Es especialista en estimulación cognitiva y una pieza clave en el equipo en el trabajo de reeducación. Su sensibilidad con los niños, su implicación y profesionalidad le aporta al equipo innovación y nuevas ideas, indispensables para ofrecer sesiones lúdicas y llenas de aprendizajes significativos.
En esta pequeña entrevista queremos que podáis conocerla mejor. ¡Allá vamos!
¿Qué es lo que más te gusta de trabajar con niños y familia?
Trabajar con personas, comprender sus vidas y poder ayudarlas siempre ha sido mi vocación. La familia es el alma de cada persona, somos como somos en gran parte por la influencia de ésta y eso me fascina.
Por otro lado, desde muy joven he estado en contacto con los niños y el mundo de la educación. Es maravilloso sentir, reír y disfrutar como lo hacen ellos. Tener la oportunidad de ofrecerles recursos para sus necesidades es para mí la labor más valiosa.
¿Qué aportas a ESPAI MIM?
En Espai MIM he encontrado un entorno abierto, moderno, familiar y de apoyo profesional donde desarrollar mi vocación y mis proyectos. Este equipo de trabajo, del cual formo parte, está constituido por profesionales de diversas ramas y tendencias que me permite evolucionar como profesional día a día. En todo este puzle yo misma aporto experiencia en el trato personal, vocación y responsabilidad en mi trabajo.
Desde que estudié psicología, nunca he dejado de trabajar con personas en diferentes fases de su vida y todo ello me ha aportado una visión global y completa que es esencial en mi trabajo con niños y familias.
A nivel personal….
¿Cómo es tu domingo perfecto?
Para mí un domingo perfecto es sencillo. Un paseo por la naturaleza, disfrutar del bosque o la playa según la estación del año y siempre compartido con amigos o familia. Seguiría con una buena comida en mi casa, siempre cocinando yo ¡por supuesto! Estar en la cocina me relaja y me divierte muchísimo. Por último, terminaría con una buena siesta acompañada de mi otra familia, la felina. Nada mejor para empezar la semana llena de energía.
Explícanos una experiencia inolvidable
Recuerdo unas vacaciones en el Pirineo en las que nos propusimos coronar nuestro primer pico de 3000 m. Toda una hazaña para nosotros. Después del esfuerzo debido a la gran pendiente de subida nos encontramos un tramo realmente escarpado, en el centro de la cumbre, donde apenas podía localizarse el camino. Pasamos minutos de cierta desesperación ya que la altura a ambos lados era impresionante. Finalmente conseguimos avanzar y conseguir nuestro objetivo. La sensación de felicidad, nervios y el gran orgullo que sentimos es un recuerdo compartido que jamás olvidaré.